Dios puso a prueba a Abraham pidiéndole que sacrificara a su hijo Isaac.
¿Cuando Dios le pide a Abraham su hijo?
2 Y Dios dijo: a Toma ahora a tu hijo, tu b único, Isaac, a quien c amas, y vete a tierra de d Moriah y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
¿Cómo Abraham mató a su hijo?
Abraham se dirigió con Isaac hasta el monte sin decirle que él sería el sacrificado y luego de que este juntara la leña para el holocausto lo ató, lo puso sobre el altar y se dispuso a degollarlo con un cuchillo.
¿Que vio Dios en Abraham para impedir que lo mataron a su hijo?
Capítulo 9: Abraham y el sacrificio de Isaac – Dios manda a Abraham sacrificar a su hijo Isaac. Abraham demuestra su obediencia al Señor, pero un ángel le manda detenerse. El Señor provee un carnero para el sacrificio.3:08
¿Que le pide Dios a Isaac?
Imagen Abraham, Sara y su bebé Abraham y Sara tuvieron un bebé, tal como Jehová lo prometió. Lo llamaron Isaac. Génesis 17:9 ; 21:1–3 Imagen Abraham le enseña a Isaac Ellos amaban a Isaac. Le enseñaron a elegir lo correcto y a confiar en Jehová. Génesis 21:8 Imagen Sara y Abraham observan a Isaac Jehová prometió a Abraham y a Sara que por medio de Isaac su familia crecería para bendecir a toda la tierra. Pero un día Jehová le dijo a Abraham que llevara a Isaac al monte Moriah y que ofreciera a Isaac como sacrificio. Génesis 17:1–8 ; 22:1–2 Imagen Abraham e Isaac viajan Mientras iban hacia la montaña, Isaac preguntó dónde estaba el cordero para el sacrificio. Abraham dijo que Jehová proveería uno. Génesis 22:4–8 Imagen Abraham e Isaac edifican un altar En el monte Moriah, Abraham edificó un altar y colocó leña sobre él. Génesis 22:8–9 Imagen Abraham se prepara para sacrificar a Isaac Como Dios lo mandó, Abraham le pidió a Isaac que se acostara sobre el altar. Isaac confió en Abraham al igual que el Salvador Jesucristo confió en Su Padre. Génesis 22:9 Imagen Un ángel se aparece a Abraham y a Isaac Cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a Isaac, un ángel de Jehová lo detuvo. Abraham mostró su fe en Jehová. Abraham supo que siempre seguiría a Jehová. Génesis 22:10–12 Imagen Carnero atrapado en un arbusto Abraham levantó la mirada y vio un carnero atrapado entre los arbustos. Jehová proveyó el carnero para el sacrificio. Génesis 22:13 Imagen Abraham e Isaac miran el cielo Abraham e Isaac aprendieron acerca de cómo el Padre Celestial ofrecería a Su Hijo Jesucristo como sacrificio. El Señor Jesucristo confiaba en Abraham porque él obedeció. Abraham confiaba en la promesa del Señor de que un día su familia crecería mucho más que el número de estrellas en el cielo. Génesis 22:17–18 ; Jacob 4:5
¿Qué pasó con Isaac en la Biblia?
Tras un periodo de carencias, Isaac emigró hacia Gerar, donde firmó un tratado de paz con el rey filisteo Abimelec; luego se afincó y vivió en Beerseba, en donde renovó la alianza con Yahvé.
¿Qué le dijo Dios a Abraham acerca de su hijo?
1 Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, a se le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; b anda delante de mí y sé c perfecto,2 Y pondré mi a convenio entre yo y tú, y te multiplicaré en gran manera.3 a Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 4 En cuanto a mí, he aquí, mi convenio es contigo: Serás a padre de muchas b naciones,5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre a Abraham, porque te he puesto por padre de muchas naciones.6 Y te multiplicaré en gran manera y de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti.7 a Y estableceré mi b convenio entre yo y tú y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por c convenio eterno, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.8 Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la a tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán en b heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: Tú guardarás mi convenio, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.10 Este será mi a convenio, que guardaréis entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Será b circuncidado todo varón de entre vosotros.11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por a señal del convenio entre yo y vosotros.12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones, el nacido en casa y el comprado con dinero a cualquier extranjero que no fuere de tu descendencia.13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero; y estará mi convenio en vuestra carne por a convenio eterno,14 Y el varón incircunciso, que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será talada de su pueblo; ha violado mi convenio.15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai, tu esposa, no la llamarás Sarai, mas a Sara será su nombre.16 Y la bendeciré y también te daré de ella un hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser a madre de naciones; reyes de pueblos saldrán de ella.17 a Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se b rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz? 18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.19 Y respondió Dios: Ciertamente Sara, tu esposa, te dará un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi convenio con él como convenio eterno para su descendencia después de él.20 Y en cuanto a a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicarse en gran manera.
¿Quién es el ángel de Dios?
Ángel de Yahweh – La palabra ángel que aparece en repetidas ocasiones en las escrituras de la Biblia se refiere a una entidad celestial que entrega un mensaje de Dios a los humanos en la Tierra, en otras palabras, un mensajero de Dios, Hay una diferencia entre un ángel y el Ángel del Señor,
El ángel del Señor es el único ángel que aparece continuamente a lo largo del Antiguo Testamento refiriéndose a sí mismo como el Señor y Dios en primera persona; mientras que los otros ángeles mencionados en las escrituras se refieren a Dios como una tercera persona santificada que siempre se humilla y no acepta ningún tipo de gloria.
Ejemplos del uso del término hebreo מַלְאַךְ יְהוָה se encuentran en los siguientes versículos, aquí dados en la traducción de la Nueva Versión Internacional :
- Genesis 16:7-14: El ángel del Señor se le aparece a Agar, El ángel habla como Dios mismo en primera persona, y en el versículo 13 Agar identifica al “Como el Señor que le había hablado” como “El Dios que me ve”.
- Genesis 22:11-15. El ángel del Señor se le aparece a Abraham y se refiere a sí mismo como Dios en primera persona.
- Éxodo 3:2-4. El ángel del Señor se le aparece a Moisés en forma de una llama en el versículo 2, y Dios le habla a Moisés desde la llama en el versículo 4, ambos casos se refieren a sí mismo en primera persona.
- Números 22:22-38. El ángel del Señor se encuentra con el profeta Balaam en el camino. En el versículo 38, Balaam identifica al ángel que le habló como entregando la palabra de Dios.
- Jueces 2:1-3. Un ángel del Señor se le aparece a Israel,
- Jueces 6:11-23. Un ángel del Señor se le aparece a Gedeón, y en el versículo 22 Gedeón teme por su vida porque ha visto a un ángel del Señor cara a cara.
- Jueces 13:3-22. El ángel del Señor se aparece a Manoa y a su esposa y, en el versículo 16, les dice que ofrezcan al Señor si van a hacer una ofrenda. (“Pero el ángel del Señor respondió Pero, si preparas un holocausto, ofréceselo al Señor. Manoa no se había dado cuenta de que aquel era el Ángel del Señor.”). Más tarde Manoa pensó que él y su esposa morirían porque “habían visto a Dios”.
- Zacarías 1:12. El ángel del Señor suplica al Señor que tenga misericordia de Jerusalén y de las ciudades de Judá.
- Zacarías 3:4. El ángel del Señor quita el pecado del sumo sacerdote Josué.
La traducción griega del Antiguo Testamento conocida como la Septuaginta, traduce la frase hebrea מַלְאַךְ יְהוָה como ἄγγελος Κυρίου, “ángel del Señor” o como ὁ ἄγγελος Κυρίου, “el ángel del Señor”. “Debido al modismo hebreo, esto puede significar no más que ‘un ángel de Dios’, y la Septuaginta lo traduce con o sin el artículo a voluntad”.
¿Cuál es el pecado de Abraham?
(5-3) Génesis 12:1-4 – Tal como aparece relatado en Génesis 12:1, mientras Abraham vivía en Harán recibió el mandamiento de salir de su tierra y apartarse de la familia de su padre para dirigirse al sudoeste, hacia una nueva tierra, por lo que salió de Harán y fue a Canaán. Imagen PADAN-ARAM Harán Ur CANAAN EGIPTO Viaje de Abraham desde Ur hasta Canaán Los primeros indicios del convenio que sería renovado mediante Abraham aparecen en los versículos 2-3, 7. (Véase el Resumen Analítico de este capítulo para obtener información detallada en cuanto al convenio.)
¿Quién le dijo a Abraham que no matará a su hijo?
Si bien el ángel de Dios impide a Abraham darle la muerte a su hijo, esto no disipa el espanto que nos produce la escena del Génesis.
¿Cómo se llama el rey que sacrificó a su hijo en el fuego?
Acaz reina con iniquidad en Judá — Ofrece a su hijo en sacrificio pagano — Hace un nuevo altar, destruye el mar de bronce y cambia la manera de efectuar sacrificios en el templo.
¿Qué le dijo el ángel a Abraham antes de sacrificar a su hijo?
Primera lectura. En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: ‘¡Abraham, Abraham!’ Él respondió: ‘Aquí estoy’. Y Dios le dijo: ‘ Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré ‘.
¿Qué ocurre cuando Abraham saco el cuchillo?
Génesis 22:6-14 PDT – Abraham tomó la leña que tenía para el sacrificio y la puso sobre los hombros de su hijo Isaac. Luego en una mano tomó el fuego y en la otra el cuchillo, y se fueron caminando juntos. Entonces Isaac le dijo a su papá Abraham: —¡Papá! Abraham respondió: —Aquí estoy, hijo mío.
- Isaac le preguntó: —Aquí tenemos la leña y el fuego pero, ¿dónde está el cordero que vamos a sacrificar? Abraham respondió: —Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío.
- Entonces ambos siguieron caminando.
- Cuando llegaron al lugar que Dios le indicó, construyeron un altar y acomodaron la leña.
Luego Abraham ató a su hijo y lo colocó en el altar sobre la leña. Inmediatamente sacó un cuchillo para matar a su hijo. Pero el ángel del SEÑOR llamó a Abraham desde el cielo diciendo: —¡Abraham! ¡Abraham! Y Abraham respondió: —Aquí estoy. Luego el ángel dijo: —¡Detente! No le hagas daño al muchacho.
¿Cuál es la promesa de Dios a David?
(26-13) 2 Samuel 7:16. ¿Fueron la casa de David y el trono establecidos para siempre? – Este versículo es un ejemplo de una profecía dual, esto es, una profecía con doble significado (véase encabezamiento G-5). Prometía que el linaje de David continuaría en el trono y, a diferencia del linaje de Saúl, no sería derrocado después de su muerte.
- Pero es también una profecía claramente mesiánica.
- Jesús, el Mesías, quien fue llamado David, recibiría el trono de David, tendría la llave de David, y se sentaría en el trono de David (véase encabezamiento 26-1).
- Está claro que solamente una persona puede sentarse en el trono de David (esto es, reinar sobre la casa de Israel) para siempre jamás, y esa persona es Cristo.
El vino a la tierra como descendiente de David y como heredero a su trono tanto física como espiritualmente. El élder James E. Talmage explicó el significado de las genealogías de Jesús dadas por Mateo y Lucas estableciendo el derecho de Jesús al trono. Imagen campaigns of David Rehob Maaca Gesur Tob Amonitas Moabitas Edomitas Amalecitas Filisteos Monte Hermón Monte Carmelo Monte Tabor Monte Gilboa Monte Nebo Helam Mahanaim Raba Campañas contra las edomitas Hebron David vence a Israel y toma Jerusalén Jerusalén Gabaón Encuentro con Israel Campañas contra las tribus vecinas Campañas militares de David “En la época del nacimiento del Salvador, Israel se hallaba bajo el dominio de monarcas extranjeros.
¿Qué fue lo que Dios le dijo a Abraham?
Génesis 12
- 1 Ahora bien, Jehová había dicho a : Vete de tu tierra, y de tu y de la casa de tu padre, a la que te mostraré;
- 2 y haré de ti una grande, y te, y engrandeceré tu nombre y serás una bendición.
- 3 Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren ; y serán benditas en ti todas las de la tierra.
4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y fue con él Lot. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.5 Y tomó Abram a, su esposa, y a, hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las almas que habían en Harán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron.6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el valle de More; y el estaba entonces en la tierra.7 Y se apareció Jehová a Abram y le dijo: tu descendencia daré esta,
- 8 Y pasó de allí a un monte al oriente de y asentó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí un altar a Jehová e el de Jehová.
- 9 Y se fue Abram de allí, caminando y yendo hacia el sur.
- 10 Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá, porque era grande el hambre en la tierra.
- 11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, a Sarai, su esposa: He aquí, sé que eres mujer de hermoso aspecto;
- 12 y acontecerá que cuando te vean los egipcios, dirán: Su esposa es; y me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida.
- 13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma gracias a ti.
- 14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
- 15 La vieron también los príncipes de Faraón y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.
- 16 Y trató bien a Abram por causa de ella; y este tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas, y asnas y camellos.
- 17 Mas Jehová a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, esposa de Abram.
18 Entonces Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu esposa? 19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por esposa? Ahora, pues, he aquí tu esposa; tómala y vete.20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron a él, y a su esposa, con todo lo que tenía.
¿Por qué Dios eligió a Abraham?
RESUMEN ANALITICO – (6-14) Al meditar sobre la vida de Abraham y su maravillosa reacción ante la prueba impuesta por el Señor, recuerde lo que El ha dicho a los santos de esta dispensación. Los santos que estaban en el distrito de Jackson, Misurí, habían sido expulsados de sus hogares en medio de un riguroso invierno.
- Su sufrimiento era intenso y muchos perdieron la vida.
- En ese entonces el Señor habló a los santos por medio de José Smith y dijo: “Por tanto, deben ser castigados y probados, así como Abraham, a quien se le mandó ofrecer a su único hijo.
- Porque todos los que no quieren soportar el castigo, antes me niegan, no pueden ser santificados”.
(D. y C.101:4-5.) Pocos meses antes el Señor había dicho: “Porque él dará a los fieles línea sobre línea, precepto tras precepto; y en esto os juzgaré y probaré. Y el que perdiere su vida en mi causa, por amor de mi nombre, la hallará otra vez, aun vida eterna.
No temáis, pues, a vuestros enemigos, porque he decretado en mi corazón probaros en todas las cosas, dice el Señor, para ver si permanecéis en mi convenio hasta la muerte, a fin de que seáis hallados dignos. Porque si no permanecéis en mi convenio, no sois dignos de mí.” (D. y C.98:12-15.) Esto parece una norma muy elevada.
¿Por qué tenemos que ser probados y castigados, antes de poder ser santificados? ¿Por qué el hombre no puede ser digno de Dios a menos que esté dispuesto a permanecer en el convenio aun hasta la muerte? Para comprender estas preguntas y comprender mejor la razón por la que Abraham tuvo que ser probado, considere la situación desde un punto de vista eterno.
Imagine las consecuencias desastrosas que resultarían de permitir que un individuo llegue a ser un Dios si no es perfecto en todo sentido. ¿Cómo sobreviviría el universo si fuera controlado por un Dios que no es capaz de soportar la presión más intensa? ¿Dónde estaríamos ahora si nuestro Dios no hubiera estado dispuesto a soportar el sufrimiento de ver su Unigénito ser crucificado? Si Abraham hubiera fracasado en su prueba, habría perdido su posición frente a Dios como elegido para ser el padre de la casa de Israel.
Si Dios el Padre hubiera fracasado en una prueba semejante, no se habría llevado a cabo la Expiación y toda la humanidad habría quedado sujeta”a ese ángel que cayó de la presencia del Dios Eterno, y se convirtió en el diabloy nuestros espíritus habrían llegado a ser como él, y nosotros seríamos diablosseparados de la presencia de nuestro Dios” (2 Nefi 9:8-9). Imagen ram “Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos.”) Al meditar desde este punto de vista, escriba una composición de una página sobre el tema “¿Por qué el Señor nos pone a prueba?” Al escribir, es probable que quiera considerar los pasajes que se encuentran en Eter 12:27; D.
- Y C.101:35-38; 122:5-9.
- Tal vez quiera, además, incluir en su diario las ideas que desarrolle al llevar a cabo esta asignación.
- 6-15) Otro aspecto de la prueba de Abraham también tiene gran significado para nosotros, y para entenderlo debemos seguir cuidadosamente el razonamiento usado por José Smith, el Profeta, para mostrarnos cómo es que una persona desarrolla suficiente fe para alcanzar la salvación.
Los conceptos principales en este razonamiento son los siguientes:
Una persona necesita tres tipos de conocimiento para poder tener fe: “Observemos aquí que hay tres cosas que son necesarias para que cualquier ser racional e inteligente pueda ejercer la fe en Dios a fin de obtener vida y salvación. “Primero, la idea de que El en realidad existe. “Segundo, una idea correcta de su carácter, perfecciones y atributos. “Tercero, el conocimiento real de que la clase de vida que vive va de acuerdo con la voluntad de El. Sin el conocimiento de estos tres hechos tan importantes, la fe de todo ser racional resulta imperfecta e improductiva; pero con este entendimiento, la misma puede llegar a ser perfecta y fructífera, abundando en rectitud, para alabanza y gloria de Dios el Padre, y del Señor Jesucristo.” (Smith, Lectures on Faith, 3:2-5.) El conocimiento de que la forma de vida que vivimos complace a Dios resulta de suma importancia para el desarrollo de la fe: “El conocimiento real del individuo, de que la clase de vida que vive va de acuerdo con la voluntad de Dios, es esencialmente necesario para permitirle tener aquella confianza en Dios sin la cual nadie puede obtener la vida eterna. Fue esto lo que permitió a los santos de la antigüedad soportar todas sus aflicciones y persecuciones y enfrentar gozosamente el hecho de que los despojaran de sus bienes, sabiendo (no tan sólo creyendo) que tenían una posesión más duradera “Que un hombre deje todo lo que posee: su carácter y reputación, su honor y el reconocimiento de los hombres, su buen nombre entre ellos, sus casas, sus tierras, sus hermanos, su esposa e hijos y aun su propia vida —considerando estas cosas como escoria en comparación con la excelencia del conocimiento de Jesucristo— requiere más que la mera creencia o suposición de que está haciendo la voluntad de Dios; requiere un conocimiento real, la comprensión de que, al acabar estos sufrimientos, obtendrá el descanso eterno y será partícipe de la gloria de Dios.” (Smith, Lectures on Faith, 6:25.) La única forma en que una persona puede saber que su vida agrada a Dios es estar dispuesta a sacrificar todo lo que Dios le pida: “Debemos darnos cuenta de que una religión que no requiere el sacrificio de todas las cosas nunca llega a tener el poder suficiente para engendrar la fe necesaria para alcanzar la vida y salvación; pues, desde que el hombre empezó a existir sobre la tierra, no pudo alcanzar la fe necesaria para el gozo de la vida y la salvación sin el sacrificio de todas las cosas terrenales. Fue mediante este sacrificio que Dios ordenó que los hombres gozaran de vida eterna; y es mediante el sacrificio de todas las cosas terrenales que los hombres pueden alcanzar la vida eterna y llegar al conocimiento seguro de que están haciendo aquello que es agradable a la vista de Dios. Cuando el hombre ha ofrecido en sacrificio todo lo que posee, por la verdad, sin importarle siquiera su propia vida, y con la convicción de que ha sido llamado por Dios para hacer este sacrificio porque busca hacer la voluntad de El, sabe a ciencia cierta que Dios acepta y aceptará su sacrificio y ofrenda, y que no ha buscado ni buscará en vano Su faz. Bajo estas circunstancias, entonces, puede obtener la fe necesaria para aferrarse a la vida eterna.” (Smith, Lectures on Faith, 6:7). Si rehusamos sacrificar lo que Dios requiere de nosotros, nuestra habilidad para tener fe en Dios disminuirá en proporción al grado en que nos resistamos a cumplir con la voluntad de El. “Mas quienes no han hecho este sacrificio por Dios no saben si el curso que su vida sigue es agradable a la vista de El; pues cualquiera que sea la creencia en ellos o su opinión, siempre existen dudas e incertidumbre en su mente; y donde reinan la duda y la incertidumbre, no hay fe, ni puede haberla. La duda y la fe no coexisten en el individuo; de manera que las personas que tienen dudas o temores no pueden tener una confianza inconmovible; y donde no hay confianza inconmovible la fe es débil; y donde la fe es débil las personas no serán capaces de contender contra la oposición, las tribulaciones y las aflicciones que tendrán que enfrentar a fin de ser herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús; y su mente se debilitará y el adversario tendrá poder sobre ellos y los destruirá.” (Smith, Lectures on Faith, 612.)
Ahora aplique este razonamiento al caso de Abraham y responda a las preguntas siguientes:
Antes que el Señor pudiera bendecir a Abraham con una fe total, ¿qué tuvo que tener Abraham? ¿Cómo se relacionaba la voluntad de Abraham de cumplir con el mandamiento de sacrificar a Isaac con el conocimiento que tenía de que su vida complacía a Dios? ¿Piensa usted que la prueba de Abraham fue una bendición? ¿En qué forma?
Note lo que dijo George Q. Cannon en cuanto a la razón por la que el Señor puso a prueba a Abrahamo ¿En qué forma le concierne a usted la prueba de Abraham? “¿Por qué el Señor pidió tal cosa a Abraham? Porque, sabiendo cuál sería su futuro y que sería padre de una posteridad incontable, tomó la determinación de ponerlo a prueba.
- Dios no hizo esto para bien propio, pues sabía que por precognición lo que Abraham haría.
- Mas el propósito fue enseñar una lección a Abraham, una lección de tal naturaleza que le permitiera alcanzar el conocimiento que no podría obtener de ninguna otra forma.
- Por eso es que Dios nos pone a prueba a todos.
No es para su propio conocimiento, pues El conoce todas las cosas de antemano. El conoce nuestra vida y todo lo que haremos. Pero nos pone a prueba para nuestro propio bien a fin de que nos conozcamos a nosotros mismos; pues es sumamente importante que el hombre se conozca a sí mismo.
“El requirió que Abraham se sometiera a prueba porque tenía la intención de darle gloria, exaltación y honra; quería hacerlo rey y sacerdote, a fin de que compartiera con El la gloria, el poder y dominio que El ejercía.” (George Q. Cannon, Gospel Truth, 1:113.) Note también la indicación con respecto al conocimiento que Dios tenía del buen carácter de Abraham (véase Génesis 18:17-19) mucho antes de la prueba.
¿Qué tiene que ver esa precognición del Señor con respecto a Abraham con el conocimiento que El tiene de usted?
¿Qué quiere decir el sacrificio de Isaac?
¿QUÉ SIGNIFICA EL SACRIFICIO DE ISAAC? EL SACRIFICIO DE ISAAC Francesc Ramis Darder El relato del sacrificio de Isaac ha sido sometido, como pocos, a la disección literaria y a la interpretación exegética (Gn 22,1-14.19). La mayoría de apreciaciones abarcan sin agotarlo algún aspecto del sentido último del pasaje.
- Pongamos tres ejemplos, entre otros muchos, de las explicaciones más conocidas.
- Muchos autores sitúan el quicio de la narración en la obediencia absoluta de Abrahán a la exigencia del Señor, pues el patriarca no desdeña el sacrificio de su único hijo para obedecer la orden de Dios.
- De ese modo y al decir de muchos comentaristas, cuando los israelitas escuchaban el relato comprendían que su vida dependía de la misericordia de Dios, y de ahí intuían la necesidad de guardar los mandamientos para complacer al Señor, como lo hiciera Abrahán.
Aunque la exigencia de Dios fuera incomprensible para el intelecto humano, el hombre debía obedecer el mandato divino, pues Dios, señor de la Historia, tenía planes que permanecían ocultos a la perspicacia del ser humano. Otros exegetas descubren en la crónica la expresión literaria del repudio de los sacrificios humanos en el culto israelita; la posición difícilmente se sostiene, pues el ofrecimiento de víctimas humanas nunca formó parte de ningún ritual israelita.
Algunos comentaristas detectan en el fondo de la narración el eco del antiguo relato etiológico de la fundación de un santuario donde se ofrecerían sacrificios animales; la costumbre del santuario israelita diferiría del ritual de los templos cananeos en los que se inmolaban víctimas humanas, desde esa perspectiva la función del relato estribaría en deslindar la naturalaza del culto hebreo de la praxis cananea, enmarcada en el ámbito idolátrico.
Aunque la historia de la redacción de Gn 22,1-14.19 es larga y compleja, es posible extraer el hilo conductor del relato. Dios exige a Abrahán que tome a su hijo Isaac. Le ordena que lo lleve a la región de Moria y que allí lo ofrezca en holocausto sobre el monte que el mismo Señor le indicará.
Abrahán, tras preparar la leña del holocausto, partió con Isaac hacia el lugar señalado. Abrahán dispuso el sacrificio de su hijo, pero, cuando estaba a punto de matarlo, el ángel del Señor impidió el degüello. Después, Abrahán tomó un carnero y lo ofreció en lugar de su hijo. El patriarca, finalmente, puso el lugar del sacrificio bajo advocación divina: “el monte del Señor provee” (Gn 22,14).
El relato contiene todos los elementos propios del ritual de los holocaustos: leña, fuego, cuchillo, altar, víctima (Isaac, carnero), oferente (Abrahán) y referencia a Dios (subiremos para adorar al Señor); conviene recalcar que la disposición del sacrificio es la misma para Isaac que para el carnero.
La técnica sacrifical es idónea para el holocausto. Abrahán toma los enseres y sube con la víctima (Isaac) al lugar del sacrificio. Abrahán erige el altar, prepara la leña y después ata a su hijo poniéndolo sobre el ara, encima de la leña. En ese punto irrumpe en el relato la intervención imprevista de Dios.
El Señor, por medio de su ángel, veta el sacrificio y reconoce la obediencia del patriarca a la orden divina. Abrahán sin alterar los preparativos del sacrificio toma un carnero y lo ofrece en el altar; y, como sucedía en la fundación de un templo, pone el lugar sagrado bajo la advocación divina.
- La hondura teológica del relato demanda la precisión de algunos términos.
- El Monte Moria fue localizado por el Cronista en el Monte del Templo (2Cr 3,1), recogiendo, en torno al siglo IVa.C., una tradición anterior; de ese modo, lo que el Génesis denomina región de Moria (Gn 22,2) se convierte para el autor cronista en el Monte Moria y se identifica con el Monte del Templo de Jerusalén.
La indicación espacial: “hacia el lugar ( mqwm ) que Dios le había indicado” (Gn 22,3), referida al “lugar” donde ha de ser sacrificado Isaac, alude al emplazamiento del templo, el “lugar” que el Señor ha elegido para los sacrificios que su pueblo debe ofrecerle (Dt 12,13.14.18; 16,2; Neh 1,9).
- Volvamos ahora por un instante la mirada hacia el relato concerniente a la vocación de Abrahán (Gn 12,1-3).
- La narración subraya la promesa que el Señor hizo solemnemente a Abrán: “Haré de ti un gran pueblo por ti serán benditas las naciones de la tierra” (Gn 12,1-3).
- El libro del Génesis subraya que Isaac es el único depositario del juramento divino, pues dijo el Señor al patriarca: “la descendencia que llevará tu nombre será la de Isaac” (Gn 15,4; 21,12).
Podemos decir, en ese sentido, que la figura de Isaac representa la identidad del pueblo, pues del tronco de Isaac nace Jacob de quien surgen las tribus de Israel, símbolo de la globalidad del pueblo; por esa razón, la imperiosa muerte de Isaac sobre el altar del sacrificio simboliza la inminente desaparición de la comunidad hebrea.
- El carnero es un animal utilizado en el culto sacrificial (cf.
- Lv 8,22; Nm 7,15; Ez 46,4), pero también constituye, entre otros indicios, una metáfora del rey y los príncipes.
- Así lo expone la profecía de Ezequiel en varios pasajes: el relato concerniente a la derrota de Gog, identifica a los guerreros valientes y a los príncipes con los carneros (Ez 39,18); en el seno de alegoría del cedro (Ez 31), la mención del carnero alude a Nabucodonosor a quien llama: “carnero de las naciones” (Ez 31,11); en el ámbito de la alegoría sobre el faraón, la alusión al carnero remite a los héroes valientes (Ez 32,21); en el cañamazo de la alegoría del águila, la presencia del carnero remite a los grandes del país, refiriéndose al rey y a los príncipes, la corte de Jeconías que marchó al exilio (Ez 17,12-18).
La visión de Daniel concerniente al carnero y al macho cabrío (Dn 8) asocia el carnero con los reyes de Macedonia y Persia (Dn 8,6-7; 8,20). El Canto triunfal de Moisés equipara a los príncipes de Edom y los fuertes de Moab con carneros desfallecidos (Ex 15,15).
- Finalmente, aunque exista un problema de crítica textual, el contenido de 2Re 24,15 menciona a los carneros para mentar a los nobles del país que acompañaron a la familia real al exilio babilónico.
- El análisis terminológico ha sugerido la simbología del relato.
- Zorobael y su corte acompañado de Josué y la estirpe sacerdotal cruzan los umbrales de Sión.
Entonces el rey, Zorobael, desaparece de la escena política para dar paso a la prestancia sacerdotal de Josué. Cómo decíamos antes, el ocaso de la corona y el alba del altar se debió a razones políticas, pero provocó una densa pregunta teológica: ¿Por qué el Señor ha quebrado la promesa que hizo a David y la ha traspasado, en cierto modo, al sacerdote? La tiniebla del quebranto suscita las cuestiones más profundas, como si las preguntas no fueran otra cosa que la mejor forma de oración que nos ha sido concedida.
Quienes vivían en Judá no podían responder a la pregunta, sólo podían escarbar en el sentido religioso de los hechos; y precisamente de ahí, del anhelo de encontrar el sentido del suceso, compusieron, recogiendo tradiciones antiguas, el relato del sacrificio de Isaac. Abrahán, en el relato sacrificial, desempeña el papel del sacerdote, evoca, en ese sentido, la identidad de Josué.
Isaac constituye la metáfora del pueblo. El carnero es la viva imagen del rey, Zorobabel. El monte, el lugar donde Abrahán sacrifica, alude al monte del Templo de Jerusalén, la región de Moria. El altar es el símbolo del ara del Santuario de Sión. Debemos recalcar que el protagonista decisivo es el Señor, él es quien exige a Abrahán la ofrenda y quien detiene, por medio del ángel, la mano del patriarca.
- El quicio simbólico del relato estriba en que Abrahán, metáfora del sacerdote Josué, por indicación de Dios, salva la integridad del pueblo, representado por Isaac, propiciando la desaparición del rey, Zorobabel, oculto tras la simbología del carnero.
- De ese modo, Abrahán, metáfora del sacerdocio de Josué, sacrifica el carnero, símbolo de la autoridad dinástica de Zorobabel, para que pueda sobrevivir el pueblo, representado tras el rostro de Isaac; todo eso sucede durante los primeros avatares que trenzaron la simbiosis entre quienes volvieron del exilio y quienes habían permanecido en Judá.
A tenor del planteamiento de la reflexión teológica, quienes alcanzaron volvieron del exilio percibieron, desde la óptica teológica, que tras la muerte de Zorobabel y la ascensión de Josué latía la intervención de Dios en la historia para salvar a su pueblo de la extinción que quizá le aguardaba en el territorio de Yehud.
- Con toda certeza, la llegada de los exiliados encendió el conflicto entre las ruinas de Jerusalén.
- La enconada contienda enfrentó, sin duda, a quienes habían permanecido en Judá con quienes habían vuelto del exilio.
- La acritud de las disputas alentaba la intervención de los persas para acallar la revuelta.
La subsistencia del pueblo estaba en peligro. Entonces quienes habían vuelto del exilio percibieron que la desaparición de la monarquía a favor del sacerdocio era la única forma de salvaguardar la subsistencia del pueblo en la tierra judaíta, pues sólo de ese modo las autoridades persas dejarían de temer cualquier explosión nacionalista que pudiera ensombrecer su poderío.
El relato del sacrificio de Isaac narra, desde la perspectiva metafórica, la experiencia creyente que acabamos de explicar. Quienes habían vuelto del exilio entendieron, desde la perspectiva teológica, que tras los avatares políticos de la desaparición de Zorobabel y de la ascensión de Josué palpitaba la intervención de Dios en la historia: el Señor había propiciado la desaparición de la corona a favor de la pujanza del ephot cómo forma de perpetuar la identidad del pueblo hebreo en la tierra recién recobrada tras las penurias del exilio.
: ¿QUÉ SIGNIFICA EL SACRIFICIO DE ISAAC? EL SACRIFICIO DE ISAAC
¿Qué le dijo el ángel a Abraham antes de sacrificar a su hijo?
Primera lectura. En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: ‘¡Abraham, Abraham!’ Él respondió: ‘Aquí estoy’. Y Dios le dijo: ‘ Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré ‘.
¿Qué le dijo Dios a Abraham acerca de su hijo?
Génesis 17
- 1 Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; delante de mí y sé,
- 2 Y pondré mi entre yo y tú, y te multiplicaré en gran manera.
- 3 Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
- 4 En cuanto a mí, he aquí, mi convenio es contigo: Serás de muchas,
- 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre, porque te he puesto por padre de muchas naciones.
- 6 Y te multiplicaré en gran manera y de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti.
- 7 estableceré mi entre yo y tú y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
- 8 Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán en perpetua; y seré el Dios de ellos.
- 9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: Tú guardarás mi convenio, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
- 10 Este será mi, que guardaréis entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Será todo varón de entre vosotros.
- 11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por del convenio entre yo y vosotros.
- 12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones, el nacido en casa y el comprado con dinero a cualquier extranjero que no fuere de tu descendencia.
- 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero; y estará mi convenio en vuestra carne por,
- 14 Y el varón incircunciso, que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será talada de su pueblo; ha violado mi convenio.
- 15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai, tu esposa, no la llamarás Sarai, mas será su nombre.
- 16 Y la bendeciré y también te daré de ella un hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser de naciones; reyes de pueblos saldrán de ella.
17 Abraham se postró sobre su rostro, y se, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz? 18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.19 Y respondió Dios: Ciertamente Sara, tu esposa, te dará un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi convenio con él como convenio eterno para su descendencia después de él.20 Y en cuanto a, también te he oído; he aquí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicarse en gran manera.
- 21 Mas yo estableceré mi convenio con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo, el año que viene.
- 22 Y acabó de hablar con él y subió Dios de estar con Abraham.
- 23 Entonces tomó Abraham a Ismael, su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados con su dinero, a todo varón entre los de la casa de Abraham, y la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.
- 24 Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.
- 25 E Ismael, su hijo, era de trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
- 26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael, su hijo.
- 27 Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa y el comprado con dinero a un extranjero, fueron circuncidados con él.