Si te preguntabas cuál es el dios de México más poderoso, Huitzilopochtli es dios azteca considerado el Padre de los aztecas, de tal forma que era su patrón principal. Huitzilopochtli, quien es el dios más poderoso de la mitología azteca, es también hijo del dios Tonatiuh y la diosa Coatlicue.
¿Quién era el dios de azteca?
Sala 4: Huitzilopochtli Huitzilopochtli o “Colibrí Zurdo” es el dios de la guerra, advocación solar y patrono de los mexicas. Bajo su tutela, este pueblo se convirtió en el más poderoso del ámbito mesoamericano durante el periodo Postclásico. Era hijo de Coatlicue, hermano de Coyolxauhqui, la Luna, y de las estrellas, los Centzonhuitznahua, todos ellos dioses de inspiración mexica.
- Su sitio tan relevante en el Templo Mayor, da cuenta de la importancia que Huitzilopochtli representaba para los mexicas: la guerra y el tributo como parte del sustento económico.
- En esta sala se exhiben diversos objetos relacionados con Huitzilopochtli.
- Destaca entre ellos la escultura conocida como el “Guerrero Águila” encontrada en La Casa de las Águilas, edificio religioso ubicado al norte del Templo Mayor.
Los estudios del doctor Leonardo López Luján dan otra interpretación a estas figuras, llamándolos Hombre Águila, que representan al sol ascendente, o al Tlatoani que nace después de su elección como gobernante. Asimismo, la representación del dios de la muerte, Mictlantecuhtli, destaca entre las piezas exhibidas.
Otras esculturas relacionadas directamente con esta deidad son los Portaestandartes, que representan a los Centzonhuitznahua, hermanos de Huitzilopochtli. Además, se puede apreciar una colosal cabeza de serpiente hecha en basalto, que representa a la serpiente de fuego, la Xiuhcóatl, misma que es el arma con que la deidad guerrera derrotó a su hermana.
Otros objetos relevantes de esta sala, y que fueron encontrados del lado correspondiente a Huitzilopochtli, son: la representación de Mayahuel, diosa del pulque; uno de los varios relieves del “Señor de la Tierra”, Tlaltecuhtli, varias esculturas del dios del fuego, Xiuhtecuhtli-Huehuetéotl, e, indudablemente, el gran monolito de Coyolxauhqui que se asocia con el mito de nacimiento de Huitzilopochtli, diosa lunar que yace desmembrada y que fue hallada el 21 de febrero de 1978.
¿Que dios azteca creó el mundo?
Origen del mundo Según el mito azteca de la creación, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca crean el cielo y la tierra desmembrando al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli, que quiere decir ‘señor de la tierra’, a pesar de que en los textos se puede encontrar una descripción femenina de este monstruo.
¿Cuál es la religión de los aztecas?
La religión – Aztecas Los Aztecas eran politeístas. Los dioses Aztecas se consideraban polifacéticos ya que no tenían un lugar definido, ellos los ubicaban en el cielo y creían que tenían un carácter bondadoso o maléfico. Regreso al inicio
¿Cómo le decian al rey azteca?
1440 – 1443
LOS AZTECAS Y LOS INCAS |
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En 1440 murió el rey azteca Itzcoatl, y fue sucedido por Moctezuma Ilhuicamina, que era hijo del rey Huitzilihuitl, y había estado al frente del ejército azteca durante los reinados de Chimalpopoca e Itzcoatl. Ahora tenía cincuenta años. En sus últimos años de reinado, Itzcoatl había convertido a Tenochtitlan en la capital de un pequeño imperio que se extendía por los alrededores del lago Texcoco.
- El rey azteca llevaba el título de tlatoani, y reunía poderes de carácter religioso, político, militar, jurídico, legislativo y fiscal.
- El segundo hombre más poderoso del imperio era el cihuacoatl, título ostentado a la sazón por Tlacaelel, que se había convertido en una especie de lugarteniente de Itzcoatl y conservó su influencia bajo su sucesor.
A Tlacaelel se le atribuye la mayor parte de las reformas políticas, religiosas y económicas que permitieron la consolidación del imperio azteca. Entre ellas está la elaboración de la historia oficial, por la que los aztecas dejaron de ser un pueblo de salvajes que había pasado la mayor parte de su historia buscando un sitio donde asentarse de donde no los expulsaran sus vecinos y se convirtieron en protagonistas de una epopeya místico-guerrera auspiciada por Huitzilopochtli, el dios del Sol.
- Previamente, Tlacaelel había hecho quemar todos los códices históricos de los pueblos sometidos a los aztecas, para borrar el recuerdo de cualquier hecho que contradijera la nueva historia oficial.
- No obstante, el rey tepaneca Netzahualcóyotl se negó a acatar la orden.
- La sociedad azteca tenía una organización muy compleja.
La tradición decía que, originalmente, la tribu azteca había estado dividida en siete clanes o calpulli, que con el tiempo se habían incrementado a veinte, y a su vez estaban repartidos en cuatro campan o barrios. Cada calpulli tenía un jefe llamado calpuleque.
- La clase dirigente estaba formada por los calpuleque, los pipiltin, o nobles por nacimiento, y los quaupipiltin, o nobles por méritos.
- De ellos se nutrían los diferentes consejos encargados de auxiliar a los jefes encargados de las distintas actividades del imperio (religiosas, judiciales, militares, etc.) La clase sometida estaba integrada por los macehualtin, labradores o artesanos que formaban parte de los distintos calpulli, los mayeques, arrendatarios de las tierras de los pipiltin, y los tlacotin o esclavos.
También estaban los pochteca o comerciantes, que hacían las veces de espías o de embajadores ante los otros pueblos de México. Las tierras eran propiedad comunitaria de cada calpulli. El jefe mantenía una parte en común, trabajada por todos, y el resto lo repartía proporcionalmente a las familias del calpulli.
Si una familia dejaba de cultivar su parcela, ésta volvía al calpulli. No existía la moneda, pero los granos de cacao servían de referencia para los trueques. Los aztecas conocían una escritura pictográfica cuyas imágenes formaban una especie de guión para la lectura. Escribían códices sobre un tejido de fibra de maguey recubierto por una disolución adhesiva y cal, o sobre cuero de venado.
Había códices históricos, geográficos, mitológicos, tributarios, etc. Algunos se usaban para la educación de los jóvenes, especialmente los Huehuetlatolli o pláticas de los ancianos, que reunían arengas, consejos y proverbios. Había dos centros educativos, el Calmecac para los pilpitin y el Telpochcalli para los macehualtin.
En ambos, la disciplina era muy rígida, los castigos duros y las materias de estudio muy variadas. Los alumnos recibían una formación moral muy severa. El calendario azteca era muy complejo, y se basaba en un sistema matemático vigesimal y en conocimientos astronómicos. En realidad había dos calendarios, uno solar de 365 días, formado por 18 periodos de 20 días más 5 días considerados aciagos, y otro ritual de 260 días, dividido en 20 periodos de 13 días.
La combinación de ambos calendarios daba lugar a un “siglo” de 18.980 días, formado por 52 años solares o 73 años rituales. El panteón azteca estaba presidido por Quetzalcóatl, dios civilizador, del viento, de la vida y del planeta Venus, y Huitzilopochtli, dios del Sol y de la guerra.
También estaba Tonatiuh, otro dios solar; Metztli, hermana de Huitzilopochtli, diosa de la Luna; Tezcatlipoca, dios de los hechiceros, de los jóvenes guerreros, patrón de los príncipes, etc.; Tlaloc, dios de la lluvia y del rayo, uno de los más adorados en México, que los aztecas erigieron en rey de uno de sus tres paraísos, el Tlalocan, donde todo es felicidad, danza, juego y canción; Coatlique, diosa madre o diosa de la tierra; Mictaltecuhtli y Mictecacihuatl, que reinaban en el Mictlan, o paraíso subterráneo, y eran dioses de la muerte; y a éstos les seguían muchas otras y variadas divinidades.
El ceremonial religioso era muy diverso y estaba ligado al complejo calendarios. Comprendía toda clase de sacrificios, incluidos los humanos, algunos voluntarios, y entre ellos se distinguía entre el sacrificio por espada, por flechas, por decapitación, por degollamiento y por extracción del corazón.
En algunos de los rituales se practicaba la antropofagia. También los incas, bajo el reinado de Pachacuti, estaban construyendo su propio imperio. Desde la caída del imperio de Tihuanaco y Huari, más de dos siglos atrás, la región andina no había tenido unidad política, y las distintas culturas preservaron su independencia construyendo grandes ciudades fortificadas, capitales de pequeños reinos locales.
La potencia más próxima a los dominios incas era el reino de Chancay. Parece ser que el ascenso de los incas se inició con una victoria frente a los chancas, en la que tal vez perdiera la vida Urcon, el hermano de Pachacuti que debía haber heredado el reino.
- Aunque el territorio dominado por los incas era aún pequeño, una prueba de su vocación de expansión la constituye el hecho de que Pachacuti impusiera como lengua oficial el quechua, que no era la lengua de los incas (hoy perdida), sino la de una tribu vecina.
- Probablemente el quechua había sido la lengua predominante durante el imperio de Tihuanaco, por lo que, si no era conocida en todo el territorio andino, era de todos modos más conocida y útil que la lengua propia de los incas.
Es probable que la aristocracia inca mantuviera durante un tiempo su idioma como un distintivo elitista más frente al pueblo llano. La estructura social de los incas era singular. Podría describirse como una especie de comunismo con aristocracia. En efecto, a la cabeza del imperio estaba el inca, con poder absoluto por encima de toda ley.
Originariamente se casaba con la hija de algún jefe tribal vecino, pero, con el engrandecimiento del imperio, la exaltación del soberano fue tal que ninguna mujer era considerada digna de ser su esposa salvo su propia hermana. Esta hermana y esposa recibía el título de coya. La tradición fue trasladada a los mismos orígenes del pueblo inca, al establecer que el fundador, Manco Cápac, se había casado con su hermana, Mama Ocllo.
De todos modos, la nobleza inca era polígama (no así el pueblo llano), por lo que el inca disponía de un harén cuyas componentes eran seleccionadas entre las más hermosas de todo el imperio. Las rechazadas por el inca eran entregadas como vírgenes del Sol y se dedicaban al servicio de los templos, o bien eran regaladas como recompensa a los nobles que se ganaban el favor del soberano.
El inca vivía en un espléndido palacio rodeado de lujos, viajaba en una litera llevada a hombros por nobles. Durante las audiencias nadie podía alzar los ojos hacia él y recibía honores divinos. El pueblo llano se dividía en ayllus, una especie de clanes formados por familias emparentadas que compartían tierras, animales y posesiones.
La propiedad privada se limitaba a unos pocos enseres personales: objetos domésticos, utensilios y vestidos. Todo lo demás era de uso común. Cada puric, o individuo adulto en edad de trabajar, recibía un terreno y unos animales para su propio sustento, en función de las necesidades de su familia, pero cada día debía dedicar unas horas a trabajar las tierras del inca y las de los sacerdotes.
- Además, durante un cierto periodo del año, cada puric era reclamado para otros servicios públicos (extracción de minerales, construcción de calzadas, puentes, fortalezas, etc.).
- Existían oficios especializados (alfareros, tejedores, etc.) que estaban exentos de trabajar los campos, pero no de prestar servicios en las obras públicas.
Por otra parte, en caso de guerra, todos los purics estaban obligados a participar en las campañas militares según se considerara oportuno. Los incas desconocían la escritura, pero tenían un sistema para llevar cuentas y censos conocido como quipu, basado en cuerdas anudadas.
- En general, la cultura y el arte de los incas era inferior a los de las culturas que les precedieron, pero destacaron en los aspectos culturales más prácticos: eran grandes ingenieros y constructores, a pesar de que no conocían la rueda, ni la bóveda o el arco.
- Entre sus dioses destacaba el Sol ( Inti ), la Luna ( Mamaquilla ) e Ilapa, el dios del rayo y la lluvia, pero el dios principal era Viracocha, creador del universo y dios civilizador, que enseñó a los hombres la agricultura y la artesanía.
Sin embargo, al margen de esta religión oficial, muchas gentes sencillas se limitaban a rendir culto a innumerables fetiches ( huacas ) que eran considerados sagrados por cualquier motivo. En el lejano reino de Abisinia seguía gobernando la dinastía salomónica, cuyos monarcas pretendían ser descendientes del rey Salomón.
- No se sabe mucho de la historia pasada de este reino, pero las crónicas hablan de numerosas guerras contra los musulmanes.
- El rey actual era Zera Yakob, ferviente defensor del cristianismo, que instauró en el país una especie de Inquisición, un grupo de jueces encargado de verificar la ortodoxia de las prácticas.
Algunos de sus súbditos fueron obligados a tatuarse en la piel elementos del credo cristiano. Construyó numerosas iglesias e hizo que los sacerdotes impartieran enseñanzas religiosas los domingos. Mandó compilar obras de referencia, y él mismo redactó el Libro de la luz, para exponer sus ideas religiosas.
Durante siglos, la Iglesia Abisinia se había considerado supeditada al Patriarca de Constantinopla, pero Zera Yakob tuvo noticia de la celebración del concilio de Florencia y se dispuso a enviar una delegación para someter su Iglesia a la Iglesia de Roma. Occidente no había olvidado la existencia de Abisinia.
La Creación Del Mundo – Mitologia Azteca, documentales interesantes ✅ El DoQmentalista
En las leyendas se había convertido en el reino del preste Juan, un antiguo reino cristiano aislado del resto de la cristiandad, al sur de los dominios islámicos. Mientras tanto, el rey Carlos VII de Francia estaba reconstruyendo el Estado, que, tras años de guerra civil y más de un siglo de guerra contra Inglaterra, distaba mucho de ser la poderosa maquinaria que había sido en tiempos de Felipe el Hermoso.
El rey nunca dejó de contar con eficientes asesores. (Le llamaban Carlos el Bien Servido.) Ese año nombró ministro de finanzas a Jacques Coeur. Hijo de un peletero de Bourges, se había hecho rico comerciando con Oriente y había financiado algunas de las campañas del rey contra los ingleses. Ahora se dedicó con éxito a centralizar y racionalizar la economía francesa.
Como era de esperar, un sector de la nobleza, acostumbrado a la más absoluta independencia en los años precedentes, veía con malos ojos los intentos del monarca por restaurar la autoridad real, así que conspiraron contra él, y lograron atraerse como jefe (al menos nominalmente) al mismo Delfín Luis, que tenía ahora diecisiete años.
En febrero estalló una revuelta que fue conocida como la praguería, en alusión a Praga, donde habían surgido las revueltas husitas. Entre los rebeldes de más peso estaba el duque Carlos I de Borbón. Los nobles trataron de ganarse al pueblo propugnando la paz con Inglaterra y menos impuestos, pero la población recordaba que cuando Francia había tenido una monarquía fuerte las cosas iban mejor, así que apoyó al rey.
La praguería fue derrotada en Poitu por el condestable Arturo de Richemont, aunque los vencidos continuaron la lucha en Auvernia. Finalmente, en julio se rindieron al rey en Cusset y obtuvieron una amnistía. Carlos VII envió al Delfín al Delfinado, donde se reveló como un buen gobernante que hizo prosperar la región.
El duque Felipe III de Borgoña casó a su hijo Carlos, de siete años, con Catalina, hija de Carlos VII. En Inglaterra, la praguería había dado alas al partido belicista, dirigido por el duque Humphrey de Gloucester. El mariscal La Hire fue derrotado en Harfleur. Pero la derrota de la rebelión dio cierta iniciativa a los partidarios de la paz, entre ellos el regente, Enrique Beaufort, los cuales presionaron para que se liberara al duque Carlos de Orleans, que seguía en un plácido cautiverio, dedicado a la poesía, desde que fue capturado en Azincourt.
Liberarlo sería un acto conciliador con Francia que facilitaría llegar a un acuerdo de paz. El duque Felipe III, quizá algo incómodo por haber cambiado de bando, negoció la liberación, que finalmente tuvo lugar en noviembre. Se casó por tercera vez y llevó una vida retirada, en una corte a la que afluyeron numerosos artistas franceses.
- El infante portugués Enrique el Navegante estaba decidido a explorar sistemáticamente la costa africana.
- Su objetivo era rodear África y abrir así una ruta hasta “las Indias”, que era el nombre genérico que se daba entonces a las tierras del lejano Oriente, hasta las más remotas, que según el relato de Marco Polo llegaban hasta la isla de Cipango, llena de riquezas.
Cualquier intento de llegar hasta ellas por las rutas conocidas pasaba necesariamente por territorio islámico, por lo que a las naciones occidentales les era imposible establecer un comercio regular. Una vía marítima que bordeara África, podía tal vez ser más larga, pero a lo mejor era también más rápida y, desde luego, más segura.
Si estas expectativas podían convencer más o menos a la burguesía para que apoyara su empresa, a la nobleza la seducía con la posibilidad de contactar con el reino del preste Juan. Una alianza con este reino cristiano permitiría atacar a los musulmanes por dos frentes simultáneamente, lo que sería de un incalculable valor estratégico en la lucha contra el islam.
Sin embargo, la realidad era que la exploración de la costa africana suponía un gasto enorme para el estado portugués y no había reportado más que el contacto con una costa desértica de la que no podía extraerse ningún beneficio. Además, la costa africana se extendía hacia el suroeste, de modo que los barcos que la bordeaban se alejaban cada vez más de las Indias, en lugar de acercarse a ellas.
Una excepción notable la constituían las islas colonizadas en los últimos años: Madeira y las Azores. Éstas sí habían resultado lucrativas. Además de la caña de azúcar, ahora estaba implantándose con éxito el cultivo del trigo. El balance global de la política marítima portuguesa era muy distinto para la burguesía y para la nobleza.
La burguesía estaba satisfecha: las colonización de las islas era muy provechosa y la exploración de la costa africana, aunque no diera frutos en sí misma, lo cierto era que proporcionaba trabajo a marineros, armadores y a muchos otros oficios (mientras la corona pudiera sufragar los gastos, claro); la nobleza, en cambio, consideraba más conveniente centrar los esfuerzos en la lucha contra el islam en el norte de África, lo que proporcionaría grandes botines y emplazamientos estratégicos.
- El duque Pedro de Coimbra, y regente del reino, apoyaba a su hermano Enrique, mientras que la reina madre Leonor se puso al frente de la nobleza y tuvo el apoyo del alto clero, partidario también de la guerra contra los herejes antes que de la explotación pacífica de unas islas deshabitadas.
- Se produjo una revuelta que trató de arrebatar a Pedro la regencia en favor de Leonor, pero la burguesía se alineó con el duque de Coimbra y la revuelta fue sofocada.
La reina Leonor tuvo que exiliarse en Castilla, en la corte de su primo, el rey Juan II. Éste casó a su hijo Enrique, de quince años, con Blanca, de dieciséis, hija de los reyes Juan II y Blanca de Navarra. Pedro Manrique murió de una extraña enfermedad, tal vez envenenamiento, contraída mientras estuvo en prisión.
También murió el príncipe elector Federico I de Brandeburgo. Su primogénito, conocido como Juan el Alquimista, había renunciado a sus derechos sucesorios, así que fue sucedido por su segundo hijo, Federico II. En Inglaterra murió Juana Beaufort, la hija de Juan de Gante. Dejó una hija de veinticinco años, Cecilia Neville, que se había casado con el duque Ricardo de York.
El año anterior, los concejos de Dinamarca y Suecia habían depuesto al rey Erik. En Dinamarca fue sucedido por su sobrino Cristóbal III, que en 1441 fue aceptado también como rey de Suecia, donde Karl Knutsson continuó como regente. Ese año murió la reina Blanca de Navarra.
- En su testamento dejó el reino a su hijo Carlos, al que su abuelo Carlos III le había otorgado el título de príncipe de Viana para asegurarle la sucesión, pero, en una cláusula, la reina le rogaba que no tomase el título de rey “más que con el consentimiento y la bendición de dicho rey, su padre”.
- Carlos tenía entonces veinte años, y reclamó el título de rey, con el apoyo de su hermana Blanca, de diecisiete, que el testamento reconocía como heredera si Carlos moría sin descendencia, pero Juan II no le dio su consentimiento ni su bendición.
Desde hacía varios años, la nobleza navarra estaba dividida en dos partidos rivales que cuyos enfrentamientos habían llegado a convertirse en alguna ocasión en una auténtica guerra civil. Uno de ellos estaba dirigido por el señor de Agramont, por lo que era conocido como el bando de los agramonteses; el otro estaba dirigido por el condestable Luis de Beaumont y su hermano Juan, por lo que era conocido como el bando de los beaumonteses.
Los agramonteses tenían el apoyo de Juan II, por lo que los beaumonteses apoyaron los derechos del príncipe de Viana, al que reconocieron como Carlos IV de Navarra. Sin embargo, tras algunas negociaciones, Carlos aceptó el cargo de lugarteniente del reino. Dueño de Aragón y de Navarra, la influencia de Juan II en Castilla creció notablemente, hasta el punto de que su hermano Enrique quedó relegado a un segundo término.
Los turcos dominaban la mayor parte de Servia, y ahora lanzaban una incursión sobre Hungría bajo la dirección de Mezit beg, que fue derrotado en Semendria por Juan Hunyadi, el gobernador de Transilvania. Las ciudades aliadas del norte de Italia lograron doblegar al duque de Milán, Felipe María Visconti, que tuvo que ceder varias ciudades.
- Ese año Francesco Sforza logró casarse con Blanca María, hija natural del duque, a pesar de que éste no se llevaba muy bien con el condotiero, al que reprochaba no compartir su enemistad contra los venecianos.
- El duque Federico I de Sajonia casó a su hija Catalina con Federico II de Hohenzollern, el príncipe elector de Brandeburgo.
Ese año murió el duque Antonio II de Atenas, y su hermano Ranieri II recuperó el ducado. Una expedición portuguesa capitaneada por Nuño Tristão llegó al cabo Blanco, donde termina el Sahara. Más al sur, si no desértica, la costa sigue siendo árida. El territorio se conoce como Mauritania, y era el punto de contacto entre los musulmanes, instalados desde la época del imperio almorávide, y el África Negra.
Desde principios de siglo, una etnia bereber, los sanhaya, se había aliado con una tribu negra, los kunta, contra los árabes hasaníes, y habían entablado una lucha encarnizada por la supremacía que se mantendría durante siglos. La zona tenía su importancia porque la atravesaban las rutas comerciales que unían el imperio de Mali con el norte del continente, principalmente con el reino de Tremecén, que se había enriquecido con este comercio.
Mali seguía siendo el origen de valiosas mercancías: oro, marfil y esclavos, principalmente, aunque, políticamente, el imperio estaba muy debilitado. Las diferencias entre las costumbres de la población islámica y la que mantenía la antigua cultura local afectaban entre otros aspectos a la sucesión dinástica, por lo que había continuas luchas de sucesión.
Desde hacía una década, los comerciantes tuareg habían logrado el control sobre la región que rodeaba a Tombuctú, lo que a su vez había devuelto su autonomía a la región de Gao. En Bohemia, un religioso llamado Petr Chelcicky, continuador de la obra de Jan Hus, publicó La postilla, una obra en la que exponía su doctrina, que postulaba el retorno a la pureza evangélica.
De este mismo año data la copia más antigua que se conserva de una obra religiosa anónima escrita en latín, la Imitación de Cristo. La tradición ha convertido en autor al copista, un sacerdote alemán llamado Tomás Hemerken, aunque es más conocido como Tomás de Kempis.
- La obra consta de cuatro partes independientes, que originalmente debieron de circular de forma separada.
- En Brujas murió el pintor flamenco Jan van Eyck.
- El duque Felipe III de Borgoña logró que Isabel de Görlitz, usufructuaria del ducado de Luxemburgo, dejara en sus manos el gobierno del ducado.
- Teniendo en cuenta que el duque Antonio de Lorena no era más que un títere suyo, ahora Felipe el Bueno gobernaba un vasto territorio entre Francia y Alemania.
En 1442 murió Isabel de Luxemburgo, prima de Isabel de Görlitz, hija del emperador Segismundo, viuda del emperador Alberto II de Habsburgo y madre del pequeño Ladislao, rey de Bohemia y duque titular de Luxemburgo. También murió el duque Juan V de Bretaña, que fue sucedido por su hijo Francisco I.
El rey Cristóbal III de Dinamarca y Suecia fue reconocido también como rey de Noruega, que se comprometió a que cada uno de los tres reinos fuera gobernado por sus naturales. Su tío, Erik de Pomerania, resistía en Gotland. El difunto rey Duarte de Portugal tenía un hermano bastardo llamado Alfonso, que, tras su matrimonio con una rica heredera, se había convertido en uno de los personajes más influyentes del país.
Ahora recibía se convertía en el duque Alfonso I de Braganza. Juan Hunyadi volvió a derrotar al turco Mezit Beg, esta vez en Sibiu. Mientras tanto, al otro lado de los Cárpatos, Vlad Dracul fue derrocado en Valaquia por Mircea, que poco después fue derrocado a su vez por Basarab II.
Jacques Coeur, el ministro de finanzas del rey Carlos VII, se convirtió en el primer burgués admitido en el consejo real de Francia. Su destacada posición en la corte redundó en beneficio de sus negocios privados. Obtuvo la concesión de nuevas minas de plomo argentífero en la región de Lyon, compró extensos dominios, obtuvo el monopolio de la sal en Occitania, y sus factorías se multiplicaron por toda Europa: Nápoles, Florencia, Brujas, Londres, etc.
Lucca della Robbia terminó el ciborio de Santa María de Peretola, donde empleó la terracota vidriada, una técnica desarrollada probablemente para impermeabilizar los relieves escultóricos exteriores, pero que adquirió gran popularidad, en parte porque permitía pintar las esculturas, hasta el punto de que della Robbia la llamó ars superlucrativa.
- En sus próximas obras mostró un completo dominio de esta nueva técnica.
- El rey Alfonso V de Aragón mantenía el asedio de la capital napolitana, donde el duque Renato de Anjou terminó claudicando y se dispuso a regresar a Francia.
- El 2 de junio el rey aragonés pudo entrar triunfalmente en Nápoles.
- Proclamado rey de las Dos Sicilias (Sicilia era el nombre oficial del reino de Nápoles y el nombre no oficial del reino de Trinacria), formó una lujosa corte, en la que protegió a numerosos artistas.
Fue conocido como Alfonso V el Magnánimo. Hablaba castellano, catalán, francés, italiano y latín. Además, como lector asiduo de la Biblia, mostró interés por el hebreo. Una de las razones por las que Alfonso V se estableció en Nápoles fue para mantenerse alejado de su esposa, María de Castilla, a la que no veía desde hacía más de diez años.
- El rey tenía un hijo de veinte años, Fernando, cuya madre era una dama valenciana.
- En 1443 lo nombró heredero, a pesar de ser bastardo.
- Mientras tanto, María había estado esquilmando Cataluña para financiar la campaña napolitana de su marido.
- El resto de la corona de Aragón no tuvo que soportar esta carga, sino la más liviana de apoyar los intereses en Castilla de Juan II de Navarra, que ese año se casó con Juana Enríquez, hija del almirante de Castilla, Fadrique Enríquez.
En julio, con la complicidad de su hermana María, la esposa del rey Juan II de Castilla, dio el golpe de estado de Rámaga, por el que éste quedó prácticamente prisionero de los infantes de Aragón.
Un poeta de Ferrara llamado Tito Vespasiano Strozzi compuso dos libros de poemas latinos, el Eroticon Liber y el Eglogarum liber, inspirados en Petrarca. El husita Petr Chelcicky terminó su obra El lazo de la verdadera fe. Vlad Dracul recuperó el principado de Valaquia.
1440 – 1443
¿Que se llamaba el máximo líder azteca?
Organización política y social – Los pueblos reducidos al poderío azteca debían entregar a las autoridades del imperio pesados tributos en especie. Los tributos se fijaban de acuerdo a los recursos disponibles en cada región; por ejemplo, los totonacas de Cempoala aportaban con lanzas, escudos de plumas y caracoles marinos y los xochimilcas con productos agrícolas como maíz, porotos y ají. Para la administración del vasto imperio, los aztecas implementaron un rígido sistema basado en el poder personal de la nobleza. A la cabeza de la estructura de mando estaba el soberano o huey tlatoani (gran orador y jefe de los hombres) con amplios poderes militares, civiles y religiosos. El consejo tomaba las decisiones políticas, militares y administrativas y designaba al nuevo huey tlatoani cuando se producía la muerte del soberano. En el territorio que se encontraba bajo jurisdicción azteca, especialmente en los focos rebeldes, había gobernadores militares apoyados por pequeñas guarniciones que mantenían el orden y aseguraban la recaudación de los tributos. La expansión del imperio azteca afectó en gran medida a la organización social. Mientras la nobleza, formada por los tlatoani de las principales ciudades, los guerreros y sacerdotes, fue acumulando cada vez más tierras y riquezas, la gente común o macehualtin siguió desempeñándose fundamentalmente como mano de obra en la agricultura y la artesanía y debía pagar tributos al imperio. Los denominados macehualtin conformaban a la mayor parte del pueblo azteca. Aparte de los labradores, encontramos en este grupo a artesanos y servidores públicos. Si bien los macehualtin tenían la posibilidad de mejorar su situación social, destacándose en la guerra o el comercio, la movilidad dentro del imperio fue muy reducida. La unidad social básica en el mundo azteca era el calpulli, conformado por familias de macehualtin que tenían antepasados comunes y compartían un territorio subdividido en parcelas comunales. Al frente de cada calpulli estaba el calpullec, electo de por vida por los habitantes y en conformidad con el soberano azteca. Por último, en la sociedad azteca existían los tlacotli, quienes eran personas que por haber contraído deudas o haber cometido algún delito, trabajaban para un amo sin recibir ningún tipo de pago. A pesar de que esta condición los asemeja a la de simples esclavos, en la mayoría de los casos el trabajo finalizaba cuando la deuda o el delito se consideraban pagados. Aquellos tlacotli que reincidían podían llegar a ser sacrificados para los dioses,
¿Cuál es la leyenda de los aztecas?
Introducción El 2 de enero de 1492, Mohammed XII de Granada, también llamado Boabdil, deformación castellana de Abû Abdil-lah, se rindió, poniendo así fin a la reconquista española después de unos siete siglos de invasión árabe. Liberada del yugo islámico, la Corona española, a su vez, se propuso conquistar el Nuevo Mundo para evangelizarlo.
- Reforzados en esta tarea por la bula Inter caetera o de donación del papa Alejandro VI, del 3 de mayo de 1493, los españoles llegaron a América.
- Un episodio destacado de esta aventura fue la conquista del Imperio azteca.
- Duró de 1519 a 1521 y fue una verdadera tragedia humana.
- Hernán Cortés con un puñado de hombres derrotó a la más brillante civilización de Abya Yala (América).
El desmantelamiento acelerado del Imperio azteca y la rápida victoria de los conquistadores fueron atribuidos a las muy diferentes concepciones de la guerra y sus estrategias ( Soustelle, 1955 ; Canseco Vincourt, 1966 ; Bueno Bravo, 2007 ), las formidables armas de los españoles ( Salas, 1950 ; Sullivan, 1972 ), los conflictos entre los aztecas y ciertas ciudades vecinas, la diferencia profunda entre los dos sistemas de pensamiento y las epidemias 1 ( León-Portilla, 1962, p.93; Lévi-Strauss, 1987, p.17), entre otras causas.
- Al analizar la derrota azteca, nos damos cuenta de que este pueblo mesoamericano comparte con los baulé, pueblo marfileño, una de las razones de la derrota contra los conquistadores.
- En 1521, época de la conquista española, los aztecas ocupaban un territorio de 300.000 kilómetros cuadrados, con una población estimada en unos 7 millones de habitantes.
Tenían un gobernante supremo (Huey Tlatoani), un idioma (náhuatl) y sus propias creencias y divinidades, que incluían a Quetzalcóatl, dios fundador y organizador del Imperio azteca. En cuanto a los baulé, formaron parte del reino Ashanti, en el actual Ghana.
- Migraron hacia Costa de Marfil debido a las guerras de sucesión que estallaron después de la muerte de Oséi Tutu, fundador y rey (Ashantihene) de la confederación Ashanti en la década del setenta del siglo XVIII.
- Hoy los baulé ocupan una vasta área de más de 32.000 kilómetros cuadrados en el centro de Costa de Marfil y son aproximadamente 1.400.000.
En su cosmovisión, el blôlô desempeña un papel central. Los pueblos azteca y baulé son muy distantes en el tiempo y espacio. La elección de estos dos pueblos se debe a la convergencia de ciertos aspectos de la conquista, a pesar de la especificidad de las experiencias vinculadas a la historia y al medioambiente.
- Esta comparación permite cruzar las perspectivas para mostrar la dimensión del mito en las derrotas azteca y baulé a manos de los conquistadores respectivos.
- Todos fueron mistificados y derrotados por sus propios mitos.
- Los aztecas, por el mito de Quetzalcóatl, y los baulé, por el dogma del blôlô o más allá.
Sobre esta base, este trabajo propone, desde la visión de los pueblos conquistados, una nueva tabla de lectura de su derrota fundada en los mitos locales. En otras palabras, se trata de saber cómo los mitos del blôlô y de Quetzalcóatl, dentro de las creencias de esos pueblos, facilitaron las respectivas conquistas.
El análisis de estos mitos, dadas sus raíces sociales, se hará desde la perspectiva de la sociología del lenguaje. Este enfoque tiene por objeto la comprensión de las prácticas y comportamientos sociales, e incluso ciertos aspectos de la historia, en la óptica del lenguaje. La elección de esta metodología se debe, por un lado, a que en esta investigación las lenguas baulé y náhuatl se presentan como dos traductores culturales y, por otro lado, a que la lengua, genio creador de estos pueblos, aparece como la mediación más cabal para su entendimiento.
Quetzalcóatl y el blôlô en las cosmogonías azteca y baulé Según el mito de asentamiento de los aztecas, Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, ordenó que se establecieran y fundaran su ciudad donde estuviera “un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente”.
Siguiendo este designio, los mexicas deambularon por varios lugares en busca de la señal. Una vez encontrada la tierra de las promesas, esta imagen profética se refiere a Quetzalcóatl, el dios protector de los aztecas. El nombre se compone de quetzal y de coatl, Quetzal significa en náhuatl ave, vuelo, pluma, y coatl, serpiente.
Quetzalcóatl es entonces la “serpiente emplumada” ( Esquivel, 2006, p.93). La serpiente representa la tierra, los ríos, los poderes fecundadores, y el águila, el cielo, por su capacidad de elevarse encima de las nubes y acercarse al Sol. Por ello, y por tener además un plumaje dorado, ha sido considerada ave de luz y de iluminación, así como encarnación del fuego y del propio Sol, de la altitud y de la profundidad del aire.
- Su vuelo descendente, a gran velocidad y en picada, significa el caer de la luz sobre la tierra, el advenimiento de la energía vital, el poder fecundante del Sol ( De la Garza, 2001, p.106).
- El águila es también el ave tutelar posada en la cima del árbol cósmico, que, desde su posición elevada, vigila para remediar todos los males, para proteger al héroe.
Simboliza la trascendencia, por ser capaz de traspasar volando las barreras de un mundo al otro y por su capacidad de elevación. Con las alas extendidas, delimita los cuatro sectores cósmicos. Por ello, encarna la soberanía y el poder. En este sentido, encarna la fuerza, el poderío, el dominio sobre los otros.
- El águila es, por lo tanto, el ser que sacraliza a los guerreros y les permite realizar la “Guerra florida” o Xochiyaoyotl,
- Así, la sangre de los prisioneros puede alimentar a Huitzilopochtli, el dios supremo.
- Aquí, el águila posada sobre el nopal ya no está comiendo una serpiente, sino un pájaro, lo cual representa al hombre mexica, guerrero y conquistador.
Matar se convierte en un acto ritual y religioso. Quetzalcóatl, dios al comienzo del más grande imperio de Mesoamérica ( Paz León, 2015 ), llegó a ser un dios central de la cosmogonía mexica. Del mismo modo que Quetzalcóatl, el blôlô desempeña un papel importante en la cosmogonía baulé.
Blôlô viene de be blô lô o be blô kè lô ti sa y significa ‘se habla mucho al respecto’. Esta expresión contiene todo el misterio de lo desconocido o su imaginario. Es una de las tres principales realidades que componen el universo baulé. El blôlô es el dominio del alma de los ancestros. Las otras dos realidades son el cielo, que es el mundo de Dios, Annangaman Nyamien (el indecible), Yamien-Kpliy (el señor supremo), Asasi (el omnisciente) o Aedua (el todopoderoso), y la tierra, asiè, dominio de los seres vivos humanos, animales, vegetales y genios, asiè usu o bloningue ( Kouakou, 2014, p.185).
Sin embargo, al contrario de lo que muchos piensan, las tres realidades no están tan separadas, están interconectadas. El blôlô, Nanwrê klô (pueblo de la perfección) o Klô dan (el verdadero pueblo o pueblo real) es el pueblo de los ancestros. Es el país de origen de los baulé, con el que permanecen constantemente en contacto.
- En el blôlô, universo paralelo, invisible para el hombre común, todo individuo, hombre o mujer, tiene su verdadero esposo ( blôlô bian) o verdadera esposa (blôlô bla),
- El blôlô bian es el esposo del más allá y la blôlô bla, la esposa del más allá,
- Este “místico cónyuge” tiene el privilegio de la “permanencia” en relación con el cónyuge terrenal ( Boyer, 2007 y 2008 ).
Si un hombre tiene problemas sexuales, una disfunción eréctil, por ejemplo, el adivino ( kô mien 2 o ko mian 3 ) decreta que su mística esposa ( blôlô bla) está descontenta por su mal comportamiento y quiere vengarse. Para calmarla, el kô mien o ko mian le pide al marido que haga tallar una estatuilla femenina de madera ( waka sran ).
Este objeto con forma humana o blôlô bla es el hábito del cónyuge místico. Si, por otro lado, una mujer aborta o es estéril, el adivino ( kô mien o ko mian ) pedirá la escultura de una estatuilla masculina, un blôlô bian, símbolo humano de su mística esposa. La estatuilla, blôlô bian o blôlô bla, colocada en la habitación, envuelta en un paño, es honrada y alimentada.
Un día a la semana, el cónyuge terrenal debe desayunar solo para estar en intimidad con su blôlô bian o blôlô bla, Incluso cuando se casan, una noche a la semana uno debe dormir solo con su estatuilla. Con respecto al blôlô, el mundo aquí abajo es solo un pálido reflejo ( Kouadio, 2016 ). Fuente: Elaboración propia Tienen el destino en sus manos. Pueden hacer que las cosechas tengan éxito, curar a los enfermos, obtener hijos para las mujeres estériles, proporcionar cazas para los cazadores. Por eso se les ofrecen animales para apaciguarlos y pedir su bendición ( N’Guessan, 2017 ).
El baulé cree que la muerte no es un fin en sí misma ni un fin en absoluto; piensa que, una vez muerto, el ser reencarna en otro mundo ( blôlô ), manteniendo una estrecha relación con el mundo terrestre. El blôlô es, pues, la sede de los antepasados ( m ‘ mien ), blôlô bian y blôlô bla. Además, los baulé creen en el destino ( blôlô usu ), es decir, que su vida depende de la voluntad de los m ‘ mien o del blôlô usu, espíritus del blôlô ( N’guess Bon Sens, 2012 ).
Quetzalcóatl jugó un papel importante en la caída del Imperio azteca durante la empresa de conquista del Nuevo Mundo. El mito del blôlô tuvo el mismo rol en la derrota del pueblo baulé contra los conquistadores franceses. El lugar del blôlô y de Quetzalcóatl en la derrota contra los conquistadores Quetzalcóatl, rey tolteca, es el hijo de un legendario guerrero (Mixcóatl) y de una diosa (Chimalma).
- Durante el reinado de este soberano, hombre-dios 4 y sacerdote ( López Austin, 2016 ), fueron prohibidos los sacrificios humanos.
- En lugar de sacrificar a hombres, ofrecía flores y mariposas a los dioses.
- Fue traicionado por uno de sus parientes, que quería volver a las antiguas tradiciones porque decía que los dioses necesitaban sangre.
Repudiado por su corte y expulsado de la ciudad primordial, es decir, de Tollan-Teotihuacán, tuvo que irse y renunciar a todo lo que poseía. La humillación fue tan grande que prometió volver un día escoltado por los dioses del este para reclamar su reino.
La llegada de Hernán Cortés, un blanco con barba, vestido extrañamente, en un año Ce-Acatl, fecha de nacimiento y salida de Quetzalcóatl, rodeado de fabulosos animales (caballos), viajando en “montañas móviles”, hizo pensar que Cortés era el dios. Quetzalcóatl, la serpiente emplumada en la tradición mesoamericana, está asociada a la resurrección, al cambio, ya que cada año la piel de la serpiente se regenera.
Las supersticiones y predicciones en relación con el regreso de Quetzalcóatl hicieron que los españoles fueran muy pronto integrados al esquema simbólico y a la estructura mítica preexistente. Cortés y sus hombres fueron confundidos con Quetzalcóatl, que habría regresado de su estancia entre los muertos para recuperar su reino.
- Su llegada anunció a Moctezuma, tlatoani (soberano en náhuatl, lengua azteca), el fin de su reinado.
- Por ello, los mexicas llamaban a los españoles “dioses que vienen del cielo” y a los negros que los acompañaban, “dioses sucios” ( Launey, 1980, p.372-373; López Gomara, 2002, p.137).
- Incluso Moctezuma dio un discurso de despedida antes de recibir a los españoles.
Los indígenas pasaron su tiempo interpretando signos anunciadores de un orden cósmico al que estaban sometidos y en el que el hombre no tenía la iniciativa. Atrapados en el mito del regreso de Quetzalcóatl y el frenesí interpretativo de los signos, Moctezuma y su pueblo no supieron aprovechar la única información que les podía permitir reaccionar eficazmente: la extrema vulnerabilidad de los españoles en el momento de su arribo.
Después de perder esa oportunidad, la tardía reacción de los aztecas parecía un suicidio colectivo. Igual que los aztecas, los baulé se equivocaron con los conquistadores franceses. Pensaban que venían del blôlô, De ahí el término blôfuè, deformación de blôlô-fuè, que significa ‘venido del más allá’ en lengua baulé.
Así, fueron considerados enviados de los dioses. ¿Por qué fueron mitificados los conquistadores franceses? Varias razones explican esta mitificación. Los baulé desconocían esa categoría de color de piel, lo que se infiere de los vacíos lingüístico y léxico. Fuente: Elaboración propia Los baulé tuvieron que recurrir a sustitutos terminológicos en su propio campo léxico para nombrar a quién no conocían. Se trataba de integrar lo desconocido en su sistema de pensamiento, darle un significado e incorporarlo a la estructura mítico-simbólica habitual. Blôfuè o blôlô-fuè es el blanco, ser de color extraño y de otro universo, objeto de mitificación, incluso de deificación ( Yapi, 2018 ). Otro factor de mitificación es la función reguladora del blôlô con respecto a la vida en la tierra. En la cosmovisión baulé, un m’mien (ancestro), un asiè usu (genio), un amuen (espíritu o fetiche) o las divinidades de la cosmogonía pueden tomar forma humana para poner a prueba a los humanos. Un ejemplo es el mito del “pueblo maldito”. Los habitantes de Soutilé, un rico pueblo conocido por su inhospitalidad, fueron convertidos en piedra por su maldad hacia un hombre muy pobre ( Djandué, 2020 ; Kajeem, 2016 ; Fanny, 2013 ). Este mito existe entre todos los pueblos de Costa de Marfil. Si Soutilé está en el oeste, otros pueblos de este tipo se encuentran en otras regiones. Es el caso de Dida Amoin Su, otro pueblo maldito, en Bocanda.5 El baulé cree que el blôlô, universo paralelo, interfiere con el mundo de los vivos. Esta creencia les hizo pensar que los franceses eran gente de ultratumba, del blôlô, Los mitos de Quetzalcóatl y del blôlô han alimentado las creencias y representaciones de los pueblos azteca y baulé, motivando su comportamiento inhibidor frente a los conquistadores. Pero los acontecimientos que llevaron gradualmente a los pueblos respectivos a la independencia muestran que dejaron de creer que los conquistadores eran dioses. En México, uno de estos acontecimientos es la Noche Triste, noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, fecha histórica que marca la dramática salida de Cortés y sus oficiales de Tenochtitlán, la capital azteca, bajo presión de las fuerzas de Moctezuma. En Costa de Marfil, estos acontecimientos son la revuelta de los abbey y attié en enero de 1910 ( Viti, 2016 ) y la resistencia de los baulé de 1893 a 1910 ( Viti, 2018 ). Otros son el regreso de los veteranos de las dos grandes guerras (guerras mundiales) y de los primeros africanos estudiantes en Francia (Federación de Estudiantes Africanos Negros en Francia (FEANF), 1951-1980) ( Blum, 2015 ). En la perspectiva de esta independencia, los mitos que han permitido comprender la apatía de estos pueblos en una situación de adversidad como la conquista plantean interrogantes sobre su actualidad en las sociedades respectivas. Quetzalcóatl y el blôlô : simbolismo y reinterpretación En la actualidad, Quetzalcóatl es el símbolo por excelencia de la nación mexicana. La “serpiente emplumada” está en la bandera del país. Varias razones explican esta recuperación o reapropiación del mito. Una de ellas es el sincretismo. El concepto de sincretismo, en relación con el mito, nace con la confusión entre Quetzalcóatl y Cortés. Este concepto se consolida con el discurso preindependiente que reescribe el mito de Quetzalcóatl en su búsqueda de una identidad nacional. Es el caso de Teresa de Mier Noriega y Guerra, que asimila Quetzalcóatl a Santo Tomás, evangelizador y civilizador del Nuevo Mundo. Es importante señalar que Quetzalcóatl, rey de Tula, hizo abolir los sacrificios humanos. El descontento provocado por esta medida fue el motivo de su exilio. Otra explicación está en relación con el propio mito de asentamiento. Esta profecía hace de Quetzalcóatl el mito fundador del Imperio azteca y legitimador de su espacio ( Long, 1984, p.384). Es la señal de la tierra prometida que buscaban los mexicas. Por lo tanto, es de suma importancia. Quetzalcóatl, mito organizador y fundador del mundo mesoamericano, es muy conocido. Para Enrique Florescano (1999 ) y Román Piña Chan (1996 ), el mito ya existía en la cultura olmeca.6 La figura mítica de Quetzalcóatl influye en las imágenes y representaciones de los personajes de Kukulkan, fundador de Chichén Itzá en el mundo maya, y de Topitzin Quetzalcóatl, fundador de Tula entre los toltecas. El blôlô desempeña un papel eminentemente simbólico en el universo akan en general y baulé en particular. Una de sus representaciones es el taburete. Simboliza el culto a los ancestros. Entre los akan hay dos tipos de taburete. Uno es el m’mien bia o taburete de los ancestros. Es el taburete adorado por los akan, en el que se sacrifican animales. Otro es el Adja bia, el trono. Este es el signo de la realeza y nobleza, la encarnación del rey, reino, estado y nación, el poder espiritual y temporal del soberano reinante. Eso para decir que entre los baulé y los akan el poder del rey viene de los ancestros. Quizás por ello la arquitectura del palacio presidencial tiene la forma de un taburete akan. Otras cosas que simbolizan a los ancestros en el palacio presidencial son el tam-tam pârleur, tam-tam hablante de los akan y la reina Abla Poku y su corte de honor. Estos elementos sacralizan y vigilan el lugar ( Presidencia de Costa de Marfil, 2011 ). Mediante estos elementos, Quetzalcóatl y el blôlô todavía están vivos en los imaginarios nacionales. En México, el mito de Quetzalcóatl permitió a los españoles conquistar y ser conquistados ( Torres Martínez, 2013 ). Quetzalcóatl, profeta de la conquista española, se convierte en el símbolo del sincretismo religioso y cultural. Así, se vuelve el mediador entre el “Nuevo Mundo” y el “Viejo”, el pasado y el presente, la brecha histórica y cultural entre ambos espacios y tiempos ( Lafaye, 1974, p.205). De ese modo tranquiliza la conciencia de todos, españoles y mexicas. A diferencia de Quetzalcóatl, que hoy en México es un avatar espiritual de la formación de la conciencia nacional, el blôlô sigue siendo un universo paralelo sin conexión con el heredado del conquistador. Al igual que el sincretismo, el mestizaje fue mal vivido. Los colonos franceses no quisieron “mezclarse” con los nativos. Los niños de esta miscegenación fueron llevados a orfanatos. Un ejemplo fue el orfanato de Bingerville, “pabellones” de la Francia colonial donde se encontraban los mestizos, que luego fueron abandonados. De la misma manera que el blôlô, las lenguas y otros elementos identitarios asociados fueron invisibilizados. Esta visión maniquea ha sido adoptada por las élites marfileñas que oponen “lo arcaico” al progreso, lo folclórico a lo oficial ( Massire, 2018 ), rechazando la tradición a favor de una cultura internacionalizada, legitimada por el tiempo, de la que Francia sería el centro. Por eso, incluso se habla de autocolonización.7 Conclusión El análisis en la perspectiva de la conquista de los mitos de Quetzalcóatl (serpiente emplumada) y del blôlô (el más allá) entre los aztecas y baulé ha permitido, por medio de la comparación, traer a luz el papel desempeñado por ellos en la derrota de los pueblos respectivos contra los conquistadores. Sin embargo, los dos mitos tuvieron diferentes fortunas. Quetzalcóatl en Mesoamérica fue reinterpretado para simbolizar el afán del pueblo mexica, brutalmente arrancado de sus raíces espirituales, de recuperar su pasado. El resultado observable es el nacimiento del sincretismo cultural y religioso que hoy da a la nación mexicana una identidad única, estrechamente ligada a su trayectoria histórico-mítica. Al contrario de México, en Costa de Marfil, el blôlô, una cosmovisión compartida por todos los marfileños, está relegado a un segundo plano, porque siguen predominando los falsos estereotipos coloniales construidos sobre las culturas locales. También es el caso de muchas estructuras que Costa de Marfil heredó de Francia, que no se adecuan a las características de su población y que, sin embargo, se han conservado. En la actualidad, no se puede regresar el tiempo, pero sí se pueden emprender medidas para revertir y atacar estos problemas. El modelo mexicano de recuperación gradual de su pasado indígena indica a Costa de Marfil el camino para un renacimiento y regeneración social. Referencias bibliográficas Blum, F. (2015). L’indépendance sera révolutionnaire ou ne sera pas. 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¿Cuánto mide el Quetzalcóatl?
Tan alto como una jirafa, c uando el Quetzalcoatlus abría sus alas alcanzaba una envergadura de 13 metros de punta a punta. – Hace 70 millones de años, antes del cóndor de los Andes o el albatros (las dos aves voladoras más grandes del mundo), el cielo del Cretácico superior era dominado por el animal volador más grande que jamás ha existido: el Quetzalcoatlus.
Con más de 3.6 metros de altura y alas de 6 metros que tocaban el suelo cuando se encontraba en tierra, el Quetzalcoatlus era una especie de pterosaurio que poseía un cuello largo y un enorme pico afilado con una cresta craneal. Y aunque el primer hallazgo fósil de la especie ocurrió en la década de los 70 al borde del Río Bravo en Texas, la apariencia real de este gigante volador sigue siendo un misterio para los paleontólogos.
Sin embargo, una serie de seis nuevos estudios científicos publicados en Society of Vertebrate Paleontology describen por primera vez la apariencia y el comportamiento del Quetzalcoatlus más allá de la concepción artística dominante en el gran público hasta el momento. Foto: Philippe Roy / Aurimages via AFP)
¿Qué adoraban los aztecas?
Mundo religioso – La existencia de los aztecas estaba indisolublemente ligada a sus divinidades, entre las que sobresalían Huitzilopochtli (dios de la guerra), Quetzalcóatl (la serpiente emplumada, un héroe cultural, descubridor del maíz), Tlaloc (dios de la lluvia) y Coatlicue (diosa tierra, madre de Huitzilopochtli). Así por ejemplo, Quetzalcóatl y Tlaloc eran dioses mesoamericanos desde tiempos muy anteriores a la llegada de los aztecas. La relación con los dioses era regulada por los nobles sacerdotes, quienes presidían todas las ceremonias y ritos realizados en los múltiples templos edificados para honrar a las deidades. Cuando nacía un niño en un día nefasto, se retrasaba la ceremonia de nacimiento para un día más favorable, previa consulta a los llamados “lectores de destinos” quienes conocían las características de cada día del año. Entre el selecto grupo sacerdotal existía una rígida estructura piramidal, semejante a lo que sucedía en la sociedad azteca. En los calmecac, colegios de la nobleza, los aspirantes a sacerdote recibían una completa formación religiosa cuyos ejes eran la historia, la mitología y las ciencias. Las fiestas religiosas eran eventos de gran trascendencia en la vida de los aztecas. Eran ceremonias públicas para las cuales los celebrantes se preparaban practicando ayunos y penitencias. El día de la fiesta se realizaban banquetes, bailes, juegos y, sobre todo, ofrendas a los dioses. Muchas veces se comía carne humana de algún sacrificado, pero dentro de un contexto ritual incomprensible para la sensibilidad de la sociedad occidental.
¿Dónde se ubica el pueblo azteca?
Los aztecas se establecieron en México Tenochtitlan en el centro del valle de México, expandiendo su control hacia ciudades-estado ubicadas en los actuales estados de México, Morelos, Veracruz, Guerrero, Puebla, Oaxaca; la costa de Chiapas e Hidalgo.